Promoción de un orden internacional democrático y equitativo
A/RES/74/150
expresada para determinar su propio régimen político, económico, social y cultural y
en su plena participación en todos los aspectos de la vida,
Reconociendo que la promoción y la protección de los derechos humanos deben
basarse en el principio de cooperación y auténtico diálogo y que su objetivo debe ser
fortalecer la capacidad de los Estados Miembros para cumplir sus obligaciones en
materia de derechos humanos en beneficio de todas las personas,
Poniendo de relieve que la democracia no es solo un concepto político, sino que
también tiene dimensiones económicas y sociales,
Reconociendo que la democracia, el respeto de todos los derechos humanos,
incluido el derecho al desarrollo, una gobernanza y una administración transparentes
y que rindan cuentas en todos los sectores de la sociedad y la participación efectiva
de la sociedad civil son parte esencial de los fundamentos necesarios para lograr un
desarrollo sostenible centrado en la sociedad y en las personas,
Observando con preocupación que el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia pueden verse agravados, entre otras
cosas, por la distribución desigual de la riqueza, la marginación y la exclusión social,
Reafirmando que el diálogo entre religiones, culturas y civilizaciones podría
contribuir en gran medida a fortalecer la cooperación internacional a todos los niveles,
Subrayando que es imprescindible que la comunidad internacional vele por que
la globalización se convierta en una fuerza positiva para todos los pueblos del mundo
y que solo con una acción amplia y sostenida basada en nuestra humanidad común en
toda su diversidad podrá lograrse que la globalización sea plenamente inclusiva y
equitativa,
Profundamente preocupada porque las actuales crisis mundiales de la economía,
las finanzas, la energía y los alimentos, que obedecen a una combinación de varios
factores importantes, incluidos los macroeconómicos y de otro tipo, como la
degradación ambiental, la desertificación y el cambio climático mundial, los desastres
naturales y la falta de recursos financieros y de la tecnología necesaria para hacer
frente a sus efectos negativos en los países en desarrollo, particularmente en los países
menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo, configuran un
panorama mundial que pone en peligro el disfrute adecuado de todos los derechos
humanos y aumenta las disparidades entre los países desarrollados y los países en
desarrollo,
Reconociendo que un orden democrático y equitativo requiere la reforma de las
instituciones financieras internacionales, a fin de ampliar y reforzar el nivel de
participación de los países en desarrollo en el proceso i nternacional de decisión, y un
sistema financiero más transparente y abierto, así como medidas adecuadas contra los
flujos financieros ilícitos, como el fraude fiscal, la evasión de impuestos, la fuga
ilegal de capitales, el blanqueo de dinero y el producto de la corrupción, y para
mejorar la transparencia fiscal en todo el mundo,
Destacando que las acciones encaminadas a lograr que la globalización sea
plenamente inclusiva y equitativa deben incluir políticas y medidas de alcance
mundial que se ajusten a las necesidades de los países en desarrollo y los países con
economías en transición y se formulen y apliquen con su participación efectiva,
Destacando también la necesidad de proporcionar financiación adecuada y
transferir tecnología a los países en desarrollo y fomentar su capacidad, en particular
los países menos adelantados, los países en desarrollo sin litoral y los pequeños
Estados insulares en desarrollo, incluso para apoyar sus esfuerzos por adaptarse al
cambio climático,
19-22254
3/7